Todo estaba listo para una gran carrera para la Scuderia Coloni en Monza, pero la mala suerte arruinó la carrera de Álvaro Parente y Brendon Hartley.
El portugués no tuvo el mejor comienzo posible, y Pérez golpeó su neumático delantero derecho mientras le adelantaba. La suspensión delantera de Álvaro fue dañada y la dirección se torció: en estas condiciones, Parente no podía frenar correctamente en la chicane y, sin otra opción, tuvo que cortarla, obligando a Dirección de Carrera sancionarle con un drive through. Esa fue la verdadera lástima porque, incluso con la dirección dañada, Álvaro logró pasar a Grosjean en la segunda chicane y luego subió al tercer lugar. El drive through lo hizo caer al 13º lugar, y terminó 12º gracias a que Leimer se retiró.
Brendon Hartley también tuvo muy mala suerte: el piloto neozelandés, que se encontraba en su primera actuación al volante de un GP2, le envolvió el caos en la primera chicane causado por el choque entre Maldonado y Grosjean. Todos los pilotos redujeron la marcha al momento, y Brendon se vio colisionando con la parte trasera del coche detenido de Ericsson, terminando allí su carrera.
Paolo Coloni: "Tuvimos la oportunidad de hacernos con un podio en nuestra carrera en casa y verlo desaparecer deja una sensación muy amarga. De todos modos, debemos mirar las cosas positivas: nuestros coches eran competitivos, y Álvaro logró rodar constantemente en 33s bajos, ¡incluso con la dirección dañada! Me siento muy triste por Brendon porque él lo que necesitaba era tiempo con el coche, y podría haber haber acabado bien en una carrera tan llena de acontecimientos. De todos modos, realmente él no pudo hacer nada para evitar el lío que se formó delante de él en la primera chicane".
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